La lucha de poder entre los clanes oligárquicos de Ucrania amenaza con escalar hasta conflicto armado internacional. El capitalismo ruso intenta utilizar la redistribución de poder del estado Ucraniano para implementar sus ya añejas aspiraciones imperialistas y expansionistas en Crimea y en el este de Ucrania donde cuenta con fuertes intereses económicos, financieros y políticos.

Sobre el telón de fondo de la próxima ronda de la inminente crisis económica de Rusia, el régimen está intentando avivar el nacionalismo ruso para distraer la atención de los crecientes problemas socioeconómicos de los trabajadores: salarios y pensiones de pobreza, desmantelamiento del sistema de salud disponible, así como de la educación y otros servicios sociales. En el trueno de la retórica nacionalista y militante es más fácil completar la formación de un estado corporativo y autoritario basado en valores conservadores reacciones y en políticas represivas.